26/6/07

Carta de respuesta a las acusaciones que se me imputan.

Carta en respuesta a la nota que la sra. Esvetlana Larrocha publicó en el periodico local Por Esto, el día jueves 21 de junio del presente año, en referencia a las irregularidades ocurridas en la realización y edición del libro Expresiones Emergentes...,editado por el Instituto de Cultura de Yucatán , a través de su Direccción de Patrimonio Cultural. Esta nota aparace en el mismo periodico el día 24 de junio con comentarios a cargo del Lic. Lorenzo Salas.





Mérida, Yucatán 22 de junio de 2007



A la opinión pública:




Ante las afirmaciones irresponsables que sobre mi persona se han realizado en los últimos días en los medios de comunicación considero necesario hacer algunas aclaraciones
Pertenezco a la Catarsis Literaria El Drenaje del cual soy co-coordinadora y el cual tiene más de cuatro años de haberse formado, soy integrante del Centro Yucateco de Escritores por que mis intereses creativos allí encontraron eco; trabajo en la revista Alterarte como correctora, he sido modelo de muchas de las fotografías que se han expuesto en tocadas y exposiciones realizadas por colectivos locales.
Aquí presento mi ficha curricular y todos los diplomas y constancias que sobre temas literarios y fomento a la lectura he cursado, he asistido a encuentros de escritores nacionales e internacionales y los diplomas que presento demuestran que de mis 22 años, seis de ellos han sido dedicados al trabajo creativo en las artes.
Tengo publicaciones en revistas como Alhucema editada en España y Letralia revista virtual venezolana, así como en numerosas revistas nacionales como Cultura Veracruz, Arena del Excélsior, publicaciones que datan de años atrás.


El pasado viernes 15 de junio se presentaron los nuevos números de la colección de cuadernos literarios Lecturas en Viernes, de los cuales soy editora, y en los cuales se presenta el trabajo de jóvenes autores que a pesar de contar con numerosas publicaciones no contaban con un trabajo que unificara en un libro su propuesta literaria, por lo que este proyecto busca ser una herramienta para estos autores y de esta forma se realiza un trabajo de impulso a los escritores que van creciendo. En ese proyecto he trabajo por dos años quedándome por las noches armando los cuadernillos, seleccionado fotografías para ilustrarlos etc. Los jóvenes que han publicado conmigo me han confiado su trabajo y han quedado satisfechos. Nadie me puede contar lo que es ser joven y emergente en el mundo de las artes en Yucatán y tampoco nadie puede negar de la seriedad con la que tomo mi trabajo de creación y de promoción cultural.


De mi parte no hay más intereses ocultos en hacer la denuncia publica de las irregularidades y arbitrariedades que se cometieron en mi contra durante el proceso y la posterior edición del libro Expresiones Emergentes…, mi único interés desde el principio fue y es defender lo que considero es defendible, mis derechos como autora y el mínimo respeto como creadora (en este caso como compiladora), con esto quiero llamar la atención de todos los editores y quienes llevan a cabo revistas en el Estado, a que tengan mucho cuidado con la forma en que se publican las colaboraciones que les llegan, puesto que en muchos casos un editor o corrector editorial hace ajustes a la obra de un creador sin que este se enteré más que en el momento de ver publicado su trabajo, y esto puede ser por un lado una falta a los derechos de autor además de una ofensa al realizador de la obra y por otro, un proceso editorial con sus propias salvedades, sobre todo, cuando son los autores quienes someten su obra a publicación. ¿A quién le gusta que le modifiquen su trabajo, sin que le avisen, y no se de cuenta hasta que todo el mundo ya lo leyó y le atribuye los errores al propio autor? El trabajo editorial debe respetar y ser respetado.





Sobre la nota publicada el día de 21 de junio por la Sra. Svetlana Larrocha debo aclarar varios aspectos. Tal como ella comenta, yo formaba parte de la comisión encargada de la información que compondría el libro. La invitación para participar en él me llegó por vía de Ramón Rosado, en el mes de julio de 2005 y días después le respondí que me interesaba el proyecto y acepté su invitación. A partir de ahí mucha ce la comunicación que yo tenía con la MATRA, Maureen fue a través de Ramón pero esto fue porque el era el encargadazo de vinculación y por que debido a intereses creativos afines siempre hemos tenido buena comunicación.
Las fechas que iré mencionando puedo demostrarlas con correos electrónicos impresos que tengo en mis manos para presentar.
El día 15 de agosto del mismo año Ramón me envía un correo para avisarme que las reuniones empezarían en ese mes.
Después de varias propuestas de cómo dividir los diferentes temas y apartados del libro, el día 7 de diciembre de 2005 hago llegar a Ramón Rosado la versión final de mi trabajo de acuerdo a lo que se había propuesto en todas las juntas que se realizaron en la oficina de la Mtra. Maureen.
El día 16 de febrero de 2006, vuelvo a enviar este trabajo a Ramón con las correcciones que la propia Mtra. Maureen me había solicitado que le hiciera a mi trabajo.
Después de esto le dije a Ramón que no seguiría asistiendo a las juntas puesto que como mi tiempo esta ya de por si muy apretado ya que por las mañanas estudio en la facultad de Derecho de la UADY la licenciatura en derecho y por las tardes trabajo de 2:00 pm a 8:00 pm, estar solicitando permiso para asistir a estas juntas se me hacia pesado (tengo correos donde le comento a Ramón las razones de por qué no podía asistir a las últimas juntas y estas fueron porque por la carga de trabajo ya que tenía que salir de viaje a pueblos y comunidades, como Valladolid y no llegaría a tiempo para poder asistir) y más tomando en cuenta que la parte que se me había encargado realizar ya estaba terminada, y fue la propia Mtra. Maureen quien me dijo, en una junta con todos los demás asistentes, que el trabajo estaba muy bien y que le gustaba mucho como había quedado.
Ramón dijo que no había problema con que dejara de asistir a las juntas, mi parte había sido terminada satisfactoriamente, e incluso le comenté que podía ayudarlo en algún otro aspecto del libro como entrevistas que faltaban realizar, como posteriormente lo hice al entrevistar junto a Ramón a un chavo de nombre Armando, conocido mío, que es músico y artesano.
Por estas razones debo comentar que siempre mantuve contacto con Ramón, quien me había invitado a participar en el proyecto y por esta razón los asuntos referentes al libro me era más fácil y rápido tratarlos con él.
En días posteriores saludé varias veces a la Mtra, Maureen en el Instituto de Cultura, incluso en un encuentro casual en los pasillos de dicho Instituto nos saludamos y de manera atenta me disculpe con ella por no poder seguir asistiendo a las reuniones, explicándole que por mi trabajo y estudios el tiempo para mi era un lujo.
Nos reímos del asunto y nos despedimos con un beso en la mejilla como muchos amigos lo hacen. Por todo esto me sorprende que nadie me comentara que se habían decidido todos los cambios que la Sra. Larrocha informa, cuando la realidad es que ni siquiera estaba enterada de la contratación de la misma Larrocha como asesora editorial.
La Mtra. Maureen declaró en rueda de prensa que yo siempre estuve enterada y de acuerdo con las modificaciones realizadas, lo cual no es real puesto que estás modificaciones se realizaron cuando yo había dejado de asistir a las juntas y sobre esto, también declara que no me importaron estos cambios porque me ausente sorpresivamente, creo que por todo lo explicado en anteriores líneas dejo claro que nunca me ausente y mucho menos sorpresivamente.
Los cambios efectuados se hicieron sin mi conocimiento y es obvio que no era difícil encontrarme para comentarme de dichos cambios, ellos tenían mis teléfonos, saben donde laboro, y siempre me ven en el ICY.
Incluso creo que dichos cambios al menos hasta la fecha del 11 de agosto de 2006 no se habían realizado puesto que en esa fecha se me entregaron una serie de oficios dirigidos a todos los que aparecían antologados en la sección de letras para invitarlos a participar enviando imágenes que pudieran adornar sus textos y que ayudaran a ilustrar esa parte del libro.
En la relación de oficios que se me entregó, todavía en esta fecha figuran los nombres de las personas que yo había propuesto para que aparecieran en el libro y que finalmente fueron excluidas, con esto es evidente que yo mantenía contacto con estas personas (que confiaron en mi trabajo y esperaban ver su obra publicada, como yo se los hacía saber, de acuerdo al conocimiento que sobre el mismo tenía) y que ellas sabían que aparecerían, por eso el enojo de parte de los excluídos de no encontrarse en el libro cuando este aparece publicado; hasta el último momento nunca se les dijo que no estaban incluidos.
¿Por qué no se me envío un oficio como el anterior para que le entregara a la gente excluida donde se explicaran los motivos para sacarlos del trabajo que yo había entregado? Esto pudo haber sido una situación de olvido, pero con ello no se puede negar la burla y la falta de respeto cometida en contra de dichos autores a quienes entonces se les engañó diciéndoles hasta el final que aparecerían en esta publicación y que luego fueron ignorados.


Debo puntualizar acerca del cometario de la Sra. Larrocha sobre la edad de Adán Echeverría y el criterio de selección para aparecer en el libro, que en un principio se me dijo que el libro saldría editado en seis meses, y que para la fecha en que entregué mi trabajo final con la idea de que ya estaba por terminarse el libro, Adán Echeverría tenía 30 años, era el año 2005, este tipo de detalles me parecen nimios puesto que de todas formas la Sra. Larrocha como ella misma explica, sugirió que los parámetros se ajustaran a los seguidos por CONACULTA que considera autor joven a quienes tienen entre 18 y 35 años. Igual quiero aclarar que los autores publicados no son, y nunca han sido alumnos de Adán Echeverría, sino compañeros en la Catarsis Literaria El Drenaje, y del mismo CYE.


Considero irresponsable hacer declaraciones afirmando que yo estaba enterada de cada cambio realizado, de ser así, por qué cuando el libro se publica recibo las llamadas de compañeros con los que hasta el último momento mantuve correspondencia confirmando que aparecerían en la edición y finalmente no aparecieron, de no estar enterada de estos cambios ¿Por qué les mentiría a estos chavos diciéndoles que estaban antologados si finalmente no aparecerían? ¿Con qué cara me presento ante ellos para dar una explicación que yo misma no conocía?


Sobre el asunto acerca de que los textos entregados habían sido publicados anteriormente, la realidad es que este aspecto era conocido por los integrantes del comité, puesto que yo les comenté que muchos autores que me habían respondido para participar en el libro me habían autorizado para que tomara de su obra publicada los textos que yo quisiera, y aún así, en los archivos que entregué mencionaba las fuentes de dónde había tomado sus textos, siendo únicamente los casos de Manuel Iris, Cristhian Nuñez y Omar Góngora los que me enviaron textos explícitamente para este proyecto.


Acerca de la “toma” del teatro Daniel Ayala durante la presentación, considero que la Sra. Larrocha emite juicios de valor acerca de mi actitud muy poco serios, cuando desconoce cual era mi actitud ante la misma.
No quise ser participe de la rueda de prensa convocada por la Mtra. Maureen por que no me pareció correcto que se me pidiera sentarme a hablar con la prensa sobre un trabajo que está envuelto en sospechosismo, manipulación y donde se me ocultó los cambios realizados a mi trabajo.
Esas razones se las explique personalmente a la Mtra. Maureen cuando después de dicha rueda de prensa nos vimos en su oficina a solicitud de ella para planear asuntos referentes a la presentación, y ni en ese momento pudo explicarme por qué los cambios, ni por cual razón no quiso ni tuvo intención de avisarme de lo sucedido. No pudo o más bien no quiso.
Es evidente que al momento de realizarse las denuncias por compañeros escritores en el teatro yo estaba enterada de que esto se realizaría, pero, ¿nos acusa por reunirnos y por pensar en la forma de hacer uso de la libertad de expresión para denunciar arbitrariedades en el trabajo de los autores? Y esta reacción se gestó apenas horas antes de la presentación en un intento de hacer uso de la libertad de expresión como ya comenté, y en la cual, Adán Echeverría, cedió el micrófono.


Lo único que solicito de manera muy atenta a la Mtra. Maureen es que declare las cosas como realmente pasaron. Yo aparezco como responsable de un trabajo que ya dejé en claro no es mío (mi nombre aparece como coordinadora, cuando el trabajo expuesto no es el que yo elaboré); la Sra. Larrocha dice que como escritora debo hacerme responsable de mi trabajo, en ese sentido estoy totalmente de acuerdo, pero la realidad es que el trabajo publicado en la sección Voz Impresa ya no es el trabajo que yo entregué para participar en el libro, por lo tanto no me puedo hacer responsable de algo que no es mío. ¿Por qué no asumen ellos la responsabilidad de los cambios realizados a mi trabajo y dejan claro que esa selección no es mía?
Solicito el cambio de mi nombre por el de quien realmente se haya encargado de esa sección al dejarla de la manera en que quedó o la inclusión de una fe de erratas aclarando que el trabajo que ahí aparece no es el mío, puesto que ha sido alterado completamente.


De mi han dicho lo que se les ha ocurrido en los medios, tanto la Sra. Larrocha como la Mtra. Maureen, el problema radica en que han hecho declaraciones difamándome, además de que no reconocen que nunca me notificaron de cambios realizados a mi trabajo con lo cual me faltan al respeto como autora, joven, y promotora cultural. Avisar días antes de la presentación del libro cuando éste ya ha sido impreso, no es una actitud responsable, ni siquiera educada; más cuando tu nombre aparecerá como coordinador o responsable de ese trabajo.
El cauce natural tendría que haber sido el de citar a todos quienes participamos en ese trabajo para que revisáramos el libro antes de mandarlo a imprenta, y de esta forma autorizar que nuestro trabajo sea publicado como lo están presentando.
Aprovecho este medio para solicitar una reunión con ambas partes para hablar de frente acerca de todos los puntos aquí aclarados, considero esto lo más lógico puesto que todos los que estamos involucrados somos gente “de letras” con la suficiente conciencia para sentarnos a dialogar. La prensa podría estar presente, para que no quepa duda.




Atentamente
Patricia Garfias Cáceres