Migrar es una forma de mantenernos a salvo,
y el lazo es el constante movimiento.
Ahora dices que no me conoces,
y te miro como a un extraño.
¿Cuándo las manos se nos hicieron polvo?
¿Cuándo ese polvo se mezcló en las huellas,
borrándolas?
Migrar es también una forma de salvarnos,
porque a cada paso hallé una razón para marcharme,
y al final del camino estaba tu rostro
con los recuerdos colgados de las pestañas.
Poema realizado a propósito de la exposición Migraciones de Ramón Rosado. La Quilla, Abril de 2009.
4 comentarios:
gracias samurai
gracias!!
Precioso.
Cuco.
Me gusta el ritmo de tu poema
Saludos poblanos
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