23/12/06

Y qué me da por ...


¿Y a quién le importa el orden que deben llevar naturalmente las cosas? Estamos siempre llegando tarde por querer adelantarlo todo, el camino, la carrera, el amor, el sexo.
Llegué por fin ala línea de la que tantos me habían hablado, donde detienes los pasos y desaceleras para mirar debajo de tus pies apenas un trazo. Puedes seguir y seguir corriendo, puedes intentar saltar para ver a donde llegas con el salto o puedes dar la maldita media vuelta y olvidarte del asunto regresando lo andado. Pero nada, parece que durante los últimos años no había descubierto que tomé el camino equivocado. Habrá que resolver el problema, habrá que volver al principio como tantas veces, habrá también que reescribir estas líneas después de tantos comentarios.

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